domingo, 26 de mayo de 2013

Música y tradiciones

Buenos Aires es conocida internacionalmente por el tango, siendo el cantante Carlos Gardel su mayor exponente. Pero no hay que olvidarse de orquestas como las de Aníbal Troilo, Mariano Mores y Osvaldo Pugliese, o de letristas como Enrique Santos Discépolo y Homero Manzi. A mediados del siglo XX surgieron nuevos cantantes como Julio Sosa, Edmundo Rivero y Roberto Goyeneche, así como nuevas tendencias, cuyo mayor exponente fue Astor Piazzolla.http://www.youtube.com/watch?v=bXhQNRsH3uc
A partir del final de la década de 1960, al igual que en muchos centros urbanos del país, surgió el Rock Nacional, y en los 80 y 90, el punk rock argentino; de hecho Argentina fue el tercer país en el mundo en crear un rock de identidad propia.http://www.youtube.com/watch?v=1AginAPWsqQ La ciudad ha tenido también influencias de la cumbia, el cuarteto y, a finales del siglo XX, de la cumbia villera, surgida en las zonas más pobres de la ciudad y del Gran Buenos Aires.

Una manifestación cultural propia de la ciudad es el uso del lunfardo, jerga que se desarrolló y extendió desde mediados del siglo XIX en las zonas pobres de la Ciudad de Buenos Aires. Tiene aportes idiomáticos provenientes de Italia, Francia, Galicia y Portugal, así como de la población negra y criolla local e incluso indígena. El lunfardo quedó inmortalizado en las letras de la música popular, particularmente en las del tango.
Otra manifestación cultural propia del porteño es el fileteado, arte decorativo y popular, nacido en las primeras décadas del siglo XX. Suele presentarse en contextos emparentados con el tango, el diseño y la publicidad. Flores, volutas, hojas de acanto, cintas argentinas, se combinan con personajes populares mediante colores muy vivos y a través del contraste se da la idea del volumen. Los textos también forman parte de la composición del fileteado, con frases acuñadas por la sabiduría popular. En el año 2006 la legislatura porteña declaró al fileteado como Patrimonio Cultural de la Ciudad de Buenos Aires a partir de la sanción de la ley 1941.
Una tradición importante es la de los Festejos de Carnaval. Existen en Buenos Aires 103 murgas, agrupando a más de 10.000 personas. Anualmente suelen juntarse más de 800.000 personas para disfrutar de la música, baile y canto que ofrecen estas comparsas en la gran cantidad de corsos que se realizan en los barrios porteños.

domingo, 19 de mayo de 2013

Como empezar a conocer la ciudad

En la costa del Río de la Plata –tan ancho que muchos viajeros lo confunden con el mar–, Buenos Aires tiene un clima templado y muchos días de sol por año. El paisaje natural de la región, verde y húmedo, puede gozarse en los parques, en las afueras o en la gigantesca Reserva Ecológica que se encuentra a sólo cinco minutos del Centro de la ciudad.
Pero muchos turistas vienen a Buenos Aires por otro paisaje. La ciudad –con tres millones de habitantes– tiene 48 barrios para recorrer. En cada uno hay bares , plazas, canchas de fútbol y otros deportes , templos, milongas y teatros, pero las zonas más visitadas, por turistas nacionales y extranjeros, son el Abasto,Puerto Madero, San Telmo, Recoleta, Palermo, La Boca, las avenidas del Centro, como Corrientes.
Buenos Aires es uno de los polos culturales del continente. La ciudad está considerada la cuarta en importancia en el teatro mundial y tiene más salas que Nueva York. Los museos porteños, tradicionales o modernos, son famosos. El tango la música y la danza, puede conocerse en la tanguería más sofisticada o en la milonga más popular de un barrio.
Con más de 3000 restaurantes, comer en Buenos Aires es una cuestión de elegir dónde y qué. Desde lo típico, asado o pizza, hasta la comida de alguna de las muchas comunidades que se instalaron en la ciudad durante siglos de inmigración.
El fútbol es pasión, y los aficionados planean sus viajes para que coincidan con el clásico nacional entre Boca y River. Otra característica que atrae a locales y visitantes son las compras, con ferias, circuitos comerciales a cielo abierto y shoppings. La escena independiente –la del teatro y el cine alternativos, la de músicos y diseñadores – es origen de encuentros y festivales internacionales. En Buenos Aires hay ferias y actividades culturales todo el año.
Para viajar dentro de la ciudad, existe un sistema de transporte con múltiples opciones: seis líneas de subtes (así se abrevia el nombre de los subterráneos), más de cien líneas de colectivos (así se llama en Buenos Aires a los ómnibus o autobuses) y ferrocarriles (o trenes) interurbanos. Los taxis y remises son un medio de transporte muy común, ya que son seguros y comparativamente más económicos que en otras ciudades.
Los viajeros pueden pasear solos y a pieo con guías expertos en historias y detalles; pueden dedicarle meses a Buenos Aires o conocer lo esencial en pocos días, incluso vivir una experiencia Buenos Aires en solo 24 horas; pueden irse con el deseo de volver o pueden, directamente, quedarse. http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=Ne0nC1zOcy8

domingo, 12 de mayo de 2013

Problemática urbana


Las villas miserias porteñas, similares a las favelas brasileñas, las chabolas de España, los cantegriles uruguayos, los tugurios colombianos o las poblaciones callampas chilenas, existían ya desde el siglo XIX, alimentadas tanto por el éxodo rural como por una gran cantidad de inmigrantes europeos. El crecimiento de las mismas se potenció durante la crisis internacional de 1930 y la crisis del 2001, habiendo esta última provocado un aumento en la desigualdad del ingreso.A partir de la recuperación económica del 2003, el importante crecimiento económico del país, la duplicación de la clase media en la Argentina y la reducción de la desigualdad, logró un alivio para los asentamientos precarios, que de todas formas continúan presentando importantes problemas de salubridad, condiciones sanitarias deterioradas por la contaminación del Río de La Plata, así como falta de acceso a varios servicios de calidad.
La situación actual de las villas, desperdigadas por diferentes barrios porteños, es variada: algunas fuentes indican que algunas continúan creciendo,mientras que varias otras villas han sido urbanizadas parcial o totalmente en los últimos años, y algunas otras son objeto de planes y campañas de urbanización a futuro, como la Villa 20 de Lugano y la Villa 31.

Villa 31



domingo, 5 de mayo de 2013

Edificio histórico



El Teatro Colón, situado en la Ciudad de Buenos Aires, es uno de los teatros de ópera más importantes del mundo por su tamaño, acústica y trayectoria. Es considerado uno de los cinco mejores teatros para la ópera por su excepcional acústica.
Comparable a La Scala de Milán, la Wiener Staatsoper, la Ópera Semper de Dresde y la Ópera de París, es índice inequívoco de consagración para quienes se presentan en él y lugar ineludible para los amantes de la música. El Colón ha sido desde siempre un teatro venerado por el público y por los artistas más renombrados.
A fines del año 2006, el Teatro Colón fue sometido a un profundo proceso de restauración consertiva y modernización tecnológica que le devolvió el brillo original de sus años de esplendor, sin alterar su acústica. Fue reabierto el lunes 24 de mayo del 2010, como parte de los festejos del Bicentenario de la Argentina.

Su creación fue una iniciativa del Intendente Torcuato de Alvear en 1886. Tres años más tarde se realizó una licitación pública para su construcción, en la que triunfó la propuesta del músico y empresario de ópera italiano residente en Argentina, Angelo Ferrari (1835-1897), quien acompañó su oferta con un proyecto del arquitecto e ingeniero italiano Francesco Tamburini (1846-1890). El lugar original para construir el teatro era una manzana en el cruce de las avenidas Rivadavia y Entre Ríos pero, como ésta se destinó finalmente al futuro Palacio del Congreso Nacional, se compró la manzana que ocupaba la Estación del Parque del Ferrocarril del Oeste, frente a la actual Plaza Lavalle.
Luego de casi veinte años de construcción, el edificio fue finalmente inaugurado el 25 de mayo de 1908 con una puesta de Aída, de Verdi, con Lucia Crestani y Amedeo Bassi en los papeles principales. Sin embargo, se siguió trabajando en detalles y en los interiores hasta después de 1910.

En rigor, la importancia urbana del Colón excede el marco de una sala de espectáculos para figurar, junto con el Palacio del Congreso y la Casa Rosada, entre los edificios históricos más representativos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.